La posibilidad de reelegir al presidente por más de dos períodos fue sometida a un referéndum en febrero de 2016, que fue rechazado por un margen muy estrecho del electorado: 48,7% frente a 51,3%.
Tras el último congreso del MAS, Morales fue ratificado como líder de ese partido, que gobierna Bolivia desde 2005. La asamblea del MAS habilitó al presidente a buscar maneras de prolongar de manera legítima su mandato y consolidar el proyecto político, aún a la luz de los resultados del referéndum.
Es que el mandatario goza de altos índices de aprobación a más de una década de haber asumido el cargo: un 58% a finales de octubre a nivel nacional, cifra que escala al 74% en el área rural, según un estudio de la consultora Ipsos citado por Prensa Latina.
El integrante de la comisión técnica del MAS subrayó que todas las propuestas son "netamente constitucionales" y cuentan con el apoyo de líderes campesinos y amplios sectores de la población.
Según Víctor Morales, en la asamblea del MAS están representadas "todas las organizaciones sociales vivas del país". Por eso, el oficialismo considera que serán estos movimientos los que conseguirán "que el derecho legislativo se pueda plasmar en derecho ciudadano".
Según indicó, las organizaciones recolectaron alrededor de un 50% de las firmas necesarias para llevar adelante las propuestas de la Asamblea.
Por otro lado, ciertos sectores se oponen a una eventual reelección. El politólogo boliviano Daniel Moreno, de la organización Ciudadanía Bolivia, no cree "que sea posible modificar la Constitución de manera legítima para permitir una nueva elección de Morales".
"Hasta ahora, uno de los grandes logros y virtudes de Morales ha sido precisamente la combinación de legitimidad —de haber sido producto de un proceso democrático limpio y elecciones transparentes, con reglas aplicadas de manera razonablemente buena- y apoyo popular grande", comentó Moreno.
La actual constitución de Bolivia, aprobada por un plebiscito en 2009, no permite la reelección por más de un período consecutivo. Evo Morales fue elegido presidente constitucional de Bolivia en tres ocasiones: en 2005, mientras regía la antigua constitución, y luego las dos veces que habilita el nuevo texto, en 2009 y 2014.