En un discurso pronunciado el 27 de diciembre en Camarines Sur, en el norte de Filipinas, Duterte aseguró que, mientras era alcalde de Davao City, arrojó a un presunto secuestrador desde una aeronave, acabando así con su vida.
"Si usted es corrupto, lo subiré a mi helicóptero y lo arrojaré camino a Manila. Lo he hecho antes… ¿por qué no podría hacerlo de nuevo?", cita el periódico filipino su discurso.
Duterte es conocido por su temperamento caliente y sus declaraciones bruscas y fuera de tono. Por ejemplo, aseguró que mataría a sus propios hijos si se drogaran. A principios de este mes, el presidente filipino admitió haber asesinado personalmente a tres personas.
Lea también: Duterte manda a Obama "al infierno"
Los miembros del Gabinete de Duterte normalmente se ríen de semejantes exabruptos, aduciendo que son bromas o hipérboles. Sin embargo, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU ha instado a Filipinas a iniciar una investigación por homicidio a causa de las declaraciones del mandatario.