Los efectos producidos por estas tormentas son similares a un pulso electromagnético masivo (EMP) —radiación electromagnética proveniente de una explosión de un arma nuclear detonada en el cielo—.
The beautiful and eruptive M5-class #solarflare from earlier today, seen as animated #GIF with earth to scale! pic.twitter.com/PI4hZWlXFQ
— Sun Viewer (@SunViewer) 23 июля 2016 г.
La última gran tormenta solar, conocida como evento Carrington, ocurrió en 1859. Fue tan potente que apagó las máquinas telegráficas en dos continentes. Además, la 'aurora boreal', que normalmente aparece en las regiones cercanas al polo norte, pudo observarse en África, Australia, América Latina y EEUU.
Además, el investigador principal de la empresa estadounidense Predictive Science, Pete Riley, dijo a APS Physics que la probabilidad de una fuerte tormenta solar en la próxima década está en torno a un 10%.