"Las premisas para una nueva carrera armamentista se crearon después de que EEUU se retirase del Tratado de Misiles Antibalísticos y es obvio", dijo en su rueda de prensa anual.
Putin indicó que "lo hacemos con éxito" y que "no lo inventamos nosotros, solamente tenemos que responder a este desafío".
El presidente también subrayó que Rusia nunca gastará por encima de sus posibilidades para participar en una carrera armamentista.
"No somos nosotros quien provoca la carrera armamentista… nunca estaremos dispuestos a caer en una carrera armamentista y tener unos gastos que no podamos permitirnos", dijo.
Putin recordó que los gastos de Rusia en defensa para 2011 fueron del 2,7% del Producto Interno Bruto, en 2016 se situaron en el 4,7% del PIB, pero en el próximo año se disminuirán hasta el 3,3%.
"Y vamos a mantener ese listón", indicó Putin.
EEUU y la URSS firmaron el Tratado AMB en mayo de 1972 para limitar el número de sistemas de misiles antibalísticos.
El documento tenía un plazo de vigencia ilimitado, pero podía ser rescindido por alguna de las partes en cualquier momento.
Más tarde Rusia denunció en reiteradas ocasiones un paulatino avance de la OTAN hacia las fronteras occidentales de Rusia y el continuo despliegue del escudo antimisiles occidental.
Así, en mayo de 2016 entró en servicio el sistema antimisiles estadounidense Aegis Ashore –parte del escudo antimisiles de la OTAN– en la base de Deveselu, en Rumanía, a unos 600 kilómetros al oeste de la península rusa de Crimea.
EEUU está construyendo otro puesto similar con radares y misiles interceptores en la localidad polaca Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.