The Economist indica la brutalidad que existió en ambos bandos, desde los secuestros y el narcotráfico del lado de las FARC al asesinato por parte del Gobierno de civiles inocentes embaucados, haciéndolos pasar por guerrilleros.
"La pesadilla terminó en 2016. Toquemos madera", indica el medio inglés, que recuerda el fallido intento de aprobar el acuerdo de paz a través de un referéndum rechazado por la ciudadanía.
"Mientras tanto, los rebeldes están obligados a entregar las armas. Como la mayoría de los acuerdos negociados, el de Colombia es incompleto e incluye compromisos desagradables. Pero la alternativa es peor. Colombia es un merecido ganador", concluye The Economist.
La revista reconoce desde 2013 a un país cada año. En la primera edición fue Uruguay, por un paquete de legislación social que reguló el consumo y venta del cannabis y habilitó el matrimonio entre personas del mismo sexo. En 2014, la nación reconocida fue Túnez, por su nueva constitución. El año pasado, Myanmar fue el país del año por su desarrollo democrático.