Se trata de una victoria muy ajustada, con sólo 2.411 votos de diferencia, que le dan a Iglesias el 41,57% de los votos, frente al 39,13% que obtienen la propuesta de Errejón.
La formación antiausteridad, que en apenas dos años de existencia consiguió convertirse en la tercera fuera política de España, afrontará una serie de procesos internos que servirán para redefinir, entre otras cosas, el modelo de organización del partido.
Este era el primero de los procesos en el que se decidía cuáles serían las reglas de votación de la próxima Asamblea Ciudadana Estatal, el máximo órgano de decisión de la formación.
Iglesias defendía ligar la votación de los proyectos políticos a las candidaturas para ocupar cargos ejecutivos dentro del partido.
Por su parte, el número dos de la formación, Íñigo Errejón, pretendía evitar "una pelea de gallos" y desligar la estrategia política del partido de la elección de cargos concretos.
Es decir, proponía que aquellos que no apoyaron la estrategia política que elijan los inscritos en el partido luego puedan ocupar cargos ejecutivos desde los que poner en marcha esos proyectos a los que se opusieron, una opción que permitiría incorporar a gente de su equipo en consejo estatal, en el proceso de primarias, a pesar de que perdiese la votación en los proyectos.
En la Asamblea Ciudadana Estatal, prevista para febrero, se abordarán cuestiones sobre si la secretaría general debe concentrar mucho poder orgánico o no, si el partido debe seguir perseverando en una estrategia de confluencia con fuerzas de izquierda o buscar más transversalidad, o si es conveniente que la formación política combine su presencia institucional con un mayor apoyo a la movilización social para crear contrapoder desde la calle.