Los directivos Olívio Rodrigues Júnior y Luiz Eduardo da Rocha Soares estaban detenidos desde marzo acusados de formar parte del llamado "departamento de sobornos" de Odebrecht, que en la empresa se conocía como "sector de operaciones estructuradas".
La medida fue tomada el mismo día en que las declaraciones de los directivos a los investigadores de la Lava Jato fueran entregadas al Tribunal Supremo Federal por la Procuradoría General de la República.
Marcelo Odebrecht, en cambio, no se benefició de esta medida y seguirá en la cárcel hasta finales de 2017, aunque después deberá seguir cumpliendo su condena por corrupción en prisión domiciliar.