El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil ha suspendido parte de la financiación —3,6 millones de dólares— de 16 obras proyectadas en diversos Estados latinoamericanos, debido a la supuesta implicación de las grandes constructoras del país en el entramado corrupto.
El país más afectado por esta decisión es Venezuela, que tiene 5 proyectos financiados con la ayuda del BNDES. Entre las obras afectadas se encuentran la expansión del metro de Caracas y la del astillero Astialba, destinado a fabricar embarcaciones para la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
El 11 de octubre, el BNDES anunció la suspensión del pago de las cuotas de los préstamos concedidos a las empresas de construcción investigadas por corrupción y se reservó el derecho de cancelar unilateralmente el contrato con las mismas cuando se detecten irregularidades, informó el medio brasileño Época Negócios.