Erekat hizo estas declaraciones en una cena de Navidad con diplomáticos y periodistas, en la localidad palestina de Beit Jala, en referencia a las intenciones del presidente electo de EEUU, Donald Trump, de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén.
Israel considera a la ciudad como su capital, pero ningún país la reconoce como tal, ya que el este de la localidad, que pertenece a los palestinos, según la ley internacional, está ocupado por Israel.
"Si se mueve la embajada y se anexan los asentamientos en Cisjordania, se manda a esta región al pasado, a una situación de caos, anarquía, extremismo", advirtió Erekat.
El secretario general de la OLP, no obstante, se mostró confiado en que no se llegará a este extremo porque "EEUU es un país de instituciones que se guía por el interés nacional y no por el interés de una persona".
El veterano negociador palestino no quiso pronunciarse sobre la nominación de David Friedman como embajador de EEUU en Israel por parte de Trump, anunciada por su equipo de transición en un comunicado.
Friedman provocó una gran controversia al asegurar que cuando sea embajador trabajará desde "la capital eterna de Israel, Jerusalén".
"El nombramiento del embajador de EEUU es asunto de Trump; lo que no es su asunto es determinar la capital de otra nación, especialmente cuando se trata de Jerusalén este", subrayó Erekat.
El secretario general de la OLP acaba de regresar de Washington, donde se reunió con el secretario de Estado, John Kerry.
Erekat explicó que la OLP seguirá adelante con la presentación de una resolución al Consejo de Seguridad de la ONU contra los asentamientos judíos en territorio palestino.
