La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo acordó la inadmisión a trámite y el archivo de la querella al "no existir indicios de que hubieran cometidos delitos de violación de secretos, prevaricación y malversación de fondos públicos".
Los hechos referidos en la querella hacen referencia a unas grabaciones tomadas en el despacho de Jorge Fernández Díaz en 2014, cuando todavía era miembro del Gobierno de Mariano Rajoy.
Estas conspiraciones estaban dirigidas de manera mayoritaria contra dirigentes independentistas de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y Convergència Democrática de Cataluña (CDC).
A raíz de estas revelaciones, el exalcalde de Barcelona y miembro de CDC, Xavier Trías, decidió junto a interponer una querella contra Fernández Díaz y Daniel de Alfonso.
Esquerra Republicana de Cataluña también acudió a la justicia, que no vio motivos para investigar al ahora exministro.
La querella interpuesta por Trías y CDC considera que el antiguo titular de Interior y el exdirector de Antifraude incurrieron en un delito de conspiración al "concertar para la filtración a la prensa" una "información confidencial que conocen por razón de sus cargos".
Concretamente, la querella se refiere a unas informaciones publicadas por el diario El Mundo en la que se afirmaba que Trías ocultaba dinero al fisco español a través de cuentas en Suiza.
Según el Tribunal Supremo, "los hechos relatados en la querella no ponen de manifiesto que se haya revelado información de la que el querellado dispusiera por razón de su cargo".
Sobre las grabaciones en las que se puede oír al exministro conspirar desde su despacho, el órgano judicial resta credibilidad a su contenido al considerar que "dado el carácter subrepticio de su obtención" resulta imposible determinar si han sido "editadas, manipuladas o alteradas".