"En Davao lo hice yo mismo. Solo para mostrarles a los chicos [de la Policía] que si yo podía hacerlo, ¿por qué no podrían ellos?", profundizó.
Anteriormente, activistas en favor de los derechos humanos le acusaron de haber formado escuadrones de la muerte en Davao que acabaron con la vida de más de 1.000 sospechosos. En algunas ocasiones en el pasado, el presidente filipino rechazó las acusaciones; en otras, confirmó su total implicación en los hechos.
"Iba por Davao con una moto enorme. Patrullaba las calles y buscaba problemas… realmente estaba intentando toparme con una confrontación para poder matar", confesó.
En respuesta al descontento de los activistas pro DDHH que denuncian la violación reiterada de las leyes en el país, Duterte subraya que la Policía solo mata para protegerse, mientras que las demás víctimas han sido causadas por los criminales.