A más de 400 participantes en el estudio de implantación de memoria les sugirieron ciertos eventos autobiográficos ficticios y se reveló que alrededor del 50% de ellos creyó que los había vivido.
Los participantes 'recordaron' una serie de eventos falsos, tales como realizar un paseo en globo en la niñez, gastarle una broma a un maestro o crear un caos en una boda familiar.
Wade y sus colegas concluyeron que puede ser muy difícil determinar cuándo una persona recuerda acontecimientos reales del pasado y cuándo los falsos, incluso en un entorno de investigación controlada y más aún en situaciones de la vida real.
Estos resultados tienen importancia en muchas áreas y plantea preguntas acerca de la autenticidad de las memorias utilizadas en las investigaciones forenses y tratamientos terapéuticos.
"Sabemos que hay muchos factores que influyen en la creación de los recuerdos falsos, como pedir a una persona que imagine repetidamente un evento falso o vea fotos para 'empujar' a su memoria. Pero no tenemos muy claro cómo interactúan todos estos factores. Los estudios a gran escala, como nuestro mega análisis, nos acerca un poco más a la solución", comentó Wade la importancia de su investigación.
"El descubrimiento de que una gran parte de las personas son propensas a desarrollar creencias falsas es importante. Además, de otras investigaciones sabemos que las creencias distorsionadas pueden influir en los comportamientos, las intenciones y las actitudes de las personas", añadió.