"La situación es complicada. Puedo decir que la región histórica de Palmira se encuentra de nuevo amenazada [por los extremistas], pero no se puede afirmar que se encuentra en manos de los terroristas; la lucha continúa", señaló Dib.
Anteriormente, los habitantes de Palmira habían sido evacuados de la ciudad, para evitar víctimas civiles en los combates.
"Después de la evacuación de todos los vecinos en la noche (del 10 al 11 de diciembre), el Ejército abandonó la ciudad y está librando combates encarnizados con Daesh en la periferia", dijo una fuente en la ciudad a RIA Nóvosti.
Anteriormente, el Centro ruso para la Reconciliación en Siria señaló que los aviones rusos se abstienen de bombardear los barrios residenciales. Más de 4.000 combatientes de Daesh se reagruparon e hicieron otro intento para reconquistar Palmira, según el Centro ruso en Hmeymim.
Palmira, uno de los seis lugares de Siria declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, había caído en mayo de 2015 en manos del autoproclamado Estado Islámico, o Daesh, una organización designada terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU y proscrita en numerosos países, incluida Rusia.
El 27 de marzo de 2016, el Ejército sirio y el grupo Halcones del Desierto recuperaron el control de esta ciudad situada en la provincia de Homs, pero los yihadistas realizaron a lo largo de los últimos meses varios intentos por expulsar a las tropas gubernamentales y apoderarse de los campos de petróleo y gas situados al oeste de Palmira.