Según el portavoz del Departamento de Defensa, Roger Cabiness, el Pentágono prioriza en la actualidad equipar a las tropas con los dispositivos de guerra radioelectrónica más avanzados, así como fortalecer la protección de las unidades de la llamada 'cadena de asesinato' —kill chain, es inglés—.
La protección del 'kill chain' en la estrategia de guerra radioelectrónica supone la prevención de un 'hackeo' o una interferencia en las comunicaciones de los drones norteamericanos por parte de los medios radioelectrónicos de un enemigo potencial.
El organismo militar explicó por qué apuesta por la elaboración y el uso de dispositivos electrónicos en vez de misiles interceptores: tras comparar estos dos tipos de contramedidas, la primera demostró que reduce considerablemente los gastos. Además, los militares estadounidenses esperan que dicha táctica haga que los adversarios gasten más en la fabricación de nuevas armas, añadió Cabiness.
Está previsto que el avión EA-18G Growler esté equipado con dos transmisores que interfieran en las frecuencias enemigas. National Interest subraya que los nuevos NGJ serán capaces de funcionar en varias frecuencias simultáneamente.
Los expertos de la Secretaría de Defensa consideran que las innovadoras armas permitirán a los aviones estadounidenses escapar de los sistemas antimisiles rusos DAM, o, como mínimo, interferir en su funcionamiento. Paralelamente, los especialistas califican los sistemas S-300 y S-400 rusos como unos de los mejores en el mundo, detalló el medio.