Este análisis es parte del estudio realizado por la OIT "Trabajar en el campo en el siglo XXI", presentado recientemente en Colombia y el martes en Chile, que ofrece por primera vez un panorama laboral actualizado sobre la realidad y las perspectivas del empleo rural en 14 países de América Latina y el Caribe.

"El informe nos muestra que es necesario redoblar los esfuerzos para mejorar las condiciones de trabajo en el campo, pues pese a los avances de los últimos años, persisten en la región altos niveles de pobreza y de vulnerabilidad, baja productividad y brechas de infraestructura física y social", señaló el director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur, Fabio Bertranou, en la presentación del documento en Santiago.
El informe precisó que en América Latina y el Caribe existen unos 50 millones de trabajadores ocupados rurales, de los cuales al menos 28 millones están en situación de empleo vulnerable.
En la misma línea, la investigación de la OIT identificó que ha habido un aumento de la productividad en el campo, sin embargo, aún persisten grandes diferencias entre la situación del empleo rural y urbano, donde el sector rural alcanza un 56% de empleo vulnerable, respecto al 27% del sector urbano.

En el caso de Chile, se destacó una importante reducción de la población rural en situación de pobreza, pasando de un 51,8% en 2006 a un 22,1% en 2015, indica el informe.
La OIT presentó además una serie de recomendaciones en materia de políticas públicas, enfocadas a la inversión en educación y formación profesional; la protección y seguridad social y realizó un llamado a reducir el sesgo urbano del empleo a nivel regional.