"Lamentamos profundamente la pérdida de personal de salud durante el desempeño de su trabajo médico", dijo a Sputnik el director de operaciones de MSF, Brice de le Vingne.
El representante de la ONG añadió que "semejantes asesinatos son devastadores para las familias, pero también tienen un impacto en la asistencia médica disponible para las comunidades en un momento de mayor necesidad".
"Está claro que los bombardeos contra los médicos y sus pacientes son totalmente inaceptables, ya se trate de un ataque dirigido o indiscriminado, es una violación de las reglas de la guerra", resaltó De le Vingne.
Además destacó que la organización no puede proporcionar los detalles del ataque al hospital ruso en la ciudad siria de Alepo, ya que aún no tiene permiso de trabajar en este área.
"El MSF no puede brindar los detalles del ataque contra el hospital ruso el pasado 5 de diciembre", dijo.
Añadió que el MSF condena todos los ataques contra civiles y violaciones del derecho internacional humanitario en Siria independientemente de quien sea el culpable.
Asimismo el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) declaró que es casi imposible llevar a cabo operaciones humanitarias en Alepo donde continúan los combates y faltan garantías de seguridad.
"Los combates continuos, así como la falta de garantías reales de seguridad por ambos lados, hacen de hecho imposible realizar operaciones humanitarias en Alepo", dijo a RIA Novosti un representante de la organización.
#Rusia: Occidente ignora el bombardeo contra un hospital ruso en #Alepo https://t.co/2MHzEGPEJP pic.twitter.com/8dLl9Z3ug0
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 5 декабря 2016 г.
Este orden de cosas, señala, no significan que el CICR realice un alto en lo que respecta a las operaciones humanitarias.
"Estamos dispuestos a evaluar de manera detallada las condiciones en materia de seguridad antes de enviar allí nuestros empleados", dijo.
Anteriormente, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que el ataque es una acción deliberada, planeada por los que se empeñan en preservar sus posiciones en Alepo al amparo de patrocinadores extranjeros.
Por su parte, el Ministerio ruso de Defensa calificó el ataque como "un asesinato a sangre fría" y reprochó al Comité Internacional de la Cruz Roja por no haberlo condenado en los términos más drásticos.