El estudio de Nature Geoscience informa sobre el área de 60.000 kilómetros cuadrados con una profundidad de 100 a 400 metros que contiene 10.000 veces menos oxígeno que las aguas superficiales más saturadas.
En términos generales, 'las zonas de la muerte' están vinculadas con el exceso de nitrógeno reactivo en el agua. Siendo una fuente de nutrición para las algas, el nitrógeno causa que su población crezca bruscamente. Al 'morir', las algas se descomponen, sacando el oxígeno del agua y privando a otros organismos de esta sustancia indispensable.
Por su parte, el exceso de nitrógeno reactivo aparece en las aguas debido a la actividad humana, en particular el amplio uso de fertilizantes.
Pero en el golfo de Bengala, las minúsculas cantidades de oxígeno impiden su trabajo, 'cerrando' el ecosistema en un tipo de empate cuando los microbios existentes resultan incapaces de procesar el nitrógeno de una manera rápida y eficaz.
Una de las variantes es la densa población costera, señala Eurekalert!. Con más influjo de nitrógeno, el resto del oxígeno podría ser eliminado de las aguas profundas, permitiendo a los microbios lanzar el ciclo en plena fuerza.
De todos modos, si es la actividad humana la que más influye en el ciclo del nitrógeno en la tierra, agua y aire, los científicos deberían estudiar más atentamente estos procesos para saber modelar y predecir los riesgos futuros, cita el medio a los participantes del estudio.