La capa que absorbe las señales de radar y cubre los fuselajes de los cazas se deterioró y comenzó a desconcharse. Las Fuerzas Aéreas de EEUU culpan a las condiciones climáticas de este incidente tan embarazoso.
"El revestimiento se arruga y se desconcha puesto que pierde su dureza y vuelve a su estado líquido original. Este proceso se acelera por factores externos, incluyendo la lluvia y el polvo arenoso", explicó el jefe del programa F-22 de Lockheed Martin, John Cottam.
En 2009, el exingeniero de Lockheed Martin Derrol Olsen acusó a la compañía de colocar varias capas adicionales de revestimiento absorbente para ocultar el hecho de que su película de 'invisibilidad' se esfuma fácilmente del fuselaje cuando entra en contacto con agua, aceite o combustible.
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Los desarrolladores del Raptor afirman haber creado una nueva composición más estable y van a tratar de recubrir los 186 aviones entregados con una nueva capa. Según las estimaciones preliminares, se tardará al menos tres años en hacerlo.