En los formularios de plan de vuelo, el capitán debe especificar dos aeropuertos alternos además del destino. Del mismo modo, en la documentación que se entrega antes del decolaje debe constatarse la "autonomía" de vuelo, es decir, el combustible a bordo, indicó el aviador. Todo eso queda asentado en papel, indicó el piloto.

"No se puede ir con el combustible justo. Si no se puede aterrizar [en el destino] hay que ir con el combustible para llegar al alterno y hacer el procedimiento de aterrizaje", precisó.
Tajes explicó que en todos los aeropuertos del mundo existen protocolos de acción en caso de que existan vuelos con emergencias. En el aeropuerto de Montevideo, por ejemplo, las alertas se clasifican en tres niveles.
"Si una aeronave declara emergencia de bajo combustible, la torre de control tiene la obligación de decir a todas las aeronaves que mantengan la espera y dar prioridad a la aeronave para aterrizar. Uno va planificando y si sabe que se va a quedar sin combustible, no va a avisar dos minutos antes, sino con tiempo para que la torre tome precauciones de que las otras aeronaves dejen el espacio necesario", concluyó Tajes.