De acuerdo con un artículo publicado por The Washington Post, la semana pasada el senador republicano y presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado, John McCain, afirmó que los planes de Donald Trump de colaborar con Moscú en Siria eran inaceptables.
Por su parte, el también senador republicano Lindsey Graham —citado en el artículo— sostuvo que "aunque Trump ganó las elecciones presidenciales mi opinión no ha cambiado. [Los rusos] se comportan mal en la arena internacional por lo que hay que ponerle frenos".
Antes de que el presidente electo tome posesión de su cargo en la Casa Blanca, ambos senadores planean realizar una gira por países como Ucrania, Georgia y Estonia para asegurarles a sus socios europeos que Washington seguirá confrontando la 'agresión rusa'.
A pesar de que Trump desestimó las declaraciones de la Inteligencia de EEUU, en las que se afirma que el Gobierno ruso era el responsable por los hackeos y las filtraciones de varios políticos norteamericanos este año, la mayoría de los miembros del Congreso mantienen su determinación de presionar para que haya algún tipo de castigo.
"El congreso intenta influir al máximo en la política [de EEUU] respecto a Rusia, antes de que esta sea finalmente formulada", comentó al respecto la directora del programa sobre Europa del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, Heather Conley.