El portavoz recordó que, en este año de operaciones, más de 2.000 ciudades y pueblos han regresado a la paz, mientras que 86 grupos subversivos han dejado las armas y cientos de miles de sirios han regresado a sus hogares a vivir en paz.
"Por eso, si no pueden o no quieren luchar contra Daesh y contra el Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham) —organizaciones proscritas en Rusia y otros países— al menos no molesten", subrayó el político, destacando a su vez que las fuerzas rusas en Siria están equipadas con la tecnología necesaria para luchar contra el terrorismo internacional.
Ese tipo de declaraciones, asegura Konashénkov, confirman que la lucha contra el terrorismo nunca fue un objetivo de la administración Obama. La llamada a otros países a sabotear la lucha de Rusia con el terrorismo es el intento de EEUU de "nivelar de algún modo los fracasos de la política norteamericana en Siria desde comienzos de 2014".
Según diversos medios, los tanqueros petroleros rusos Yaz y Mujalatka violaron las sanciones de la Unión Europea al entrar a los puertos de Chipre y Grecia en su camino a Rusia, para suministrar combustible a la aviación rusa.
"Hubo más odio entre #Moscú y #Washington que contra los extremistas" en #Siria https://t.co/mu0OCjbYgw pic.twitter.com/YsXAj0SDIT
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 23 ноября 2016 г.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas. Esta guerra ha provocado entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos cargos de la ONU.
El 30 de septiembre de 2015, Moscú lanzó una ofensiva aérea en Siria a petición del presidente Bashar Asad para detener la expansión de grupos yihadistas.