"España alega que ese armamento no será utilizado para el conflicto, es lo que siempre aluden los países exportadores de armamento porque es muy difícil de probar", detalla el analista.
Según Calvo, las armas, una vez han sido transferidas, "se pierde el control sobre el uso que les darán", por tanto, a pesar de que en los contratos se establezca que ese armamento "no puede ser utilizado para el conflicto" es "muy difícil confirmarlo".
Según el artículo 6.3 del Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas, que fue ratificado por España, los Estados se comprometen a no autorizar ninguna trasferencia de armas si en el momento de la autorización se tiene conocimiento de que pueden utilizarse para cometer crímenes de lesa humanidad o para atacar a población civil.
En la legislación española también se contempla este supuesto, dado que establece en su Ley 54/2007 que los contratos de exportaciones de armas deberán ser denegados "cuando perturben la paz o la seguridad en un ámbito mundial o regional" y cuando "puedan ser utilizadas en situaciones de violación de derechos humanos".
Además, el Parlamento Europeo en su resolución 2016/2515(RSP) del pasado 25 de febrero reconoció que "la intervención militar en Yemen liderada por Arabia Saudí" ha utilizado "bombas de racimo prohibidas" y ha generado una "situación humanitaria desastrosa" que constituye "una amenaza para la paz y la seguridad internacional".
El experto pone el ojo en la JIMMDDU (Junta Interministerial de Material de Defensa y Doble Uso), que es quien decide en cada momento de transferencia de armas "si se cumple o no la legislación".
"Si España decide vender armamento a Arabia Saudí, se supone que hubo unas reuniones de la JIMMDDU que deciden que, en aplicación de los criterios de la legislación europea, aquella zona no está en una situación de conflicto o consideran que este tipo de armas no van a ser utilizados para fines que violen los derechos humanos", apunta Calvo, que insiste en que por este motivo "es fácil de camuflar que no haya nada ilegal".
Próxima venta
El rey Felipe VI encabezará la delegación gubernamental a Arabia Saudí para cerrar un contrato de compraventa de 5 corbetas Avante de Navantia (sociedad pública española dedicada a la construcción naval civil y militar) a la fuerza naval de Arabia Saudí.
Las corbetas Avante son, según el experto consultado por Sputnik, "buques de guerra con capacidad para el aterrizaje y transporte de helicópteros de combate".
Además, cuentan "con un sistema de combate integrado, cañones de diverso calibre, dirección de tiro, sistema de misiles y elementos de guerra electrónica", entre otros.
"Sus características hacen que estos buques de guerra tengan una utilidad evidente en los escenarios bélicos en los que está actualmente Arabia Saudí", asegura Calvo.
El analista considera "evidente" que estas corbetas que venderá España a Riad "serán utilizadas para incidir en su estrategia bélica en el conflicto de Yemen o en cualquier otro de la región donde la monarquía saudí adopta una estrategia de agresividad militar".