"Para probar la disponibilidad del sistema, dos misiles de crucero P-35 fueron lanzados en el marco de la inspección", afirmó a RIA Nóvosti una fuente militar en la península.
De acuerdo con los datos publicados, los misiles de crucero antibuques P-35 son capaces de abatir blancos a una distancia de hasta 450 kilómetros.
La velocidad máxima de vuelo del misil alcanza los 2.000 km/h, mientras que el proyectil está dotado con una ojiva de 560 kilógramos.
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En 2014, la Defensa rusa realizó el ensayo del sistema para probar su funcionamiento tras casi 15 años en desuso:
Tras su desarrollo en los años 70, los misiles P-35 vieron una serie de modernizaciones. Actualmente, el sistema emplea la modificación 3M44 Progress, inaugurada en 1982 y caracterizada por un mayor alcance y una trayectoria más adaptada a evadir las defensas antiaéreas modernas.
Además, el misil actual posee su propio módulo de selección de blancos para contrarrestar el riesgo de interferencias radioelectrónicas entre el proyectil y el puesto de mando.