"Esto se remonta al objetivo de Trump de asegurarse de que la gente no utiliza el gobierno para enriquecerse", dijo.
De esta forma ni los grupos de presión federales ni los estatales tendrán influencia en el próximo gabinete y los miembros de esta administración tendrán obligatoriamente que firmar una declaración jurando que no van a ser lobistas, explicó.
Donald Trump será investido presidente el próximo 20 de enero.