"La UE mantiene a Turquía a sus puertas desde hace 53 años. Y es un poco tarde, vamos a decidir ahora mismo. Vamos a aguantar hasta el final del año y luego nos dirigiremos al pueblo para que tome la decisión final", anunció Erdogan en un discurso en Ankara.
Las palabras de Erdogan han sido valoradas, en declaraciones a Sputnik, por el diputado del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo y copresidente de la comisión parlamentaria mixta UE-Turquía, Berat Conkar; el diputado del Partido Republicano del Pueblo —en la oposición— y presidente de la Comisión parlamentaria para las relaciones con la UE, Ozkan Yalim y el jefe del Centro de Investigación de las Políticas y Economías extranjeras, Sinan Ulgen.
De acuerdo con Berat Conkar, representantes de alto nivel de la UE suelen unilateralmente amonestar a Turquía y amenazar al país con suspender las negociaciones y aprobar sanciones contra Ankara. En esta situación, es absolutamente natural la posición de Turquía, que se ha cansado de permanecer en el limbo de la incertidumbre.
"Yo, como miembro del Parlamento y copresidente de la comisión parlamentaria mixta, apoyo plenamente la posición expresada por nuestro presidente. Turquía no debe esperar pacientemente hasta que Europa ajuste nuestro país a sus estereotipos", insistió el parlamentario.
"Desde nuestro partido me gustaría hacer hincapié en que 79 millones de personas en Turquía no deben pagar por los errores cometidos por el presidente", explicó.
Yalim cree que las tensiones entre Ankara y Bruselas han estado presentes durante mucho tiempo y su piedra angular es el problema de la violación de libertades en Turquía. Con respecto al referéndum, le parece que no es posible realizarlo en un futuro próximo. "Es una cuestión de ciencia ficción. Y todo el mundo lo entiende", dijo.
Mientras tanto, está seguro de que ahora no es el momento de celebrar un referéndum en Turquía. Generalmente, los países candidatos someten esta cuestión a referéndum después de completar las negociaciones con Bruselas. En el caso de Turquía, no existe una base suficiente para seguir adelante con la decisión de celebrar un referéndum para decidir sobre el futuro de las relaciones con la UE.