Y si algunas marcas hace mucho tiempo reconocieron que la cultura, la etnia o la clase social no deben condicionar la hermosura, el estereotipo de las proporciones ideales femeninas de 90-60-90 todavía no se ha desvanecido completamente de las pasarelas y las revistas.
El prototipo de un cuerpo perfecto causó problemas para aquellas mujeres con baja autoestima, muchas de las cuales sufrieron incluso trastornos alimentarios.
Para otras, en tanto, simplemente supuso la imposibilidad de encontrar ropa linda y accesible de su talla.
"Por suerte, cada vez más compañías amplían su mercado a más tallas y esta tendencia ayuda a revolucionar la industria de la moda, hasta ahora dominada por un solo tipo de mujer", señaló en una entrevista exclusiva a Sputnik la exitosa modelo "plus size" Marina Bulátkina.
La modelo nacida en Siberia, quien estuvo en Montevideo el pasado fin de semana para una sesión de fotos para la línea "curvy" de una reconocida marca alemana, ha revelado que siempre aceptaba sus formas, pero aprendió a coser su propia ropa cuando era muy joven porque tenía pocas opciones en las tiendas de la ciudad de Novosibirsk donde vivía y estudiaba sociología antes de mudarse en 2006 a Nueva York, ciudad en la que reside actualmente.
Rusia es un excelente ejemplo de que el mercado "plus size" se está desarrollando, afirma Bulátkina quien creció en una familia de científicos en Akademgorodok, ciudad satélite de Novosibirsk donde se encuentran numerosos centros de investigación.
"Antes de irme a vivir a Nueva York, nunca había escuchado sobre esta industria porque en mi país no era habitual mostrar a mujeres de tallas grandes en anuncios o catálogos. Pero ahora ya existen marcas rusas que colaboran con modelos de tamaños diversos y varias veces al año me invitan a participar en desfiles y sesiones de fotos", agrega.
Belleza sin fronteras
Los representantes de la industria aseguran que además de querer vestir a las mujeres que superan las tallas estándar, buscan motivar a aquellas de medidas grandes a sentirse cómodas con sus cuerpos.
Cuando Bulátkina empezó su carrera como modelo mientras estudiaba estilismo en Nueva York, le llegaban numerosos mensajes a través de las redes sociales de personas que le agradecían por demostrar que la belleza no era una cuestión de tamaño, sino de ser uno mismo.
"Me escribían chicas jóvenes que no eran tan delgadas como sus compañeras de clase, pero que querían sentirse bellas también. Recibía mensajes de madres de amigos de mi hijo que querían sentirse lindas a pesar de haber tenido tres embarazos. Me contactaban hombres porque ellos no siempre prefieren a mujeres que midan 90-60-90", recuerda la modelo.
Bulátkina lamenta que numerosas mujeres se subestiman y no entienden que son hermosas.
"Cuando una chica de mi talla, o todavía menor, ve mis fotos, tal vez pensará que soy más gorda que ella, pero si eso le hace mejorar la seguridad en sí misma, me alegro mucho", explica.
"Plus size" en Latinoamérica
La mayoría de las famosas modelos de talla grande de los países de América Latina actualmente trabaja en Nueva York porque el mercado "plus size" más grande del mundo está en EEUU, donde se encuentran los mejores fotógrafos y estilistas.
La modelo rusa, quien hace dos años firmó un contrato con la famosa agencia MUSE, destaca la hermosura no solo de sus colegas latinoamericanas, sino de todas las mujeres de la región y asegura que América Latina tiene mucho potencial para el desarrollo de la industria que desafía los cánones de belleza.
"Me encantaría poder trabajar con las marcas latinoamericanas, yo creo que aquí hay mucha gente creativa e interesante que piensa fuera de la caja", admite Bulátkina.
La modelo cuenta que durante su corta estancia en Montevideo, que ya está en plena primavera, encontró muchas tiendas pequeñas y originales con ropa hecha a mano.
"Me enamoré de lo que vi, me enamoré de los colores, en Nueva York todos se visten de negro, aquí hay muchos colores brillantes, hay mucha ropa de color coral y turquesa. También me encantó la tela, que es muy agradable al tacto. Sin embargo, no encontré mi talla", dice, riendo.
Bulátkina asegura que la ciudad también le ha parecido realmente preciosa.
"Me ha gustado mucho el espíritu de Montevideo. Puedes percibir el sitio a través de su aire, ambiente y energía. Aquí sientes la paz y la tranquilidad", asegura.
Tendencia que inspira romper los cánones de la moda
Uno no puede ignorar el esfuerzo de los numerosos proyectos que buscan poner fin a la dictadura del 90-60-90 y redefinir los estereotipos de belleza.
El libro de fotografías "Curves", para el que Marina Bulátkina se desnudó junto con la modelo estadounidense de talla extra Denise Bidot, hizo mucho ruido en internet el año pasado tras su intento de destacar la hermosura de las mujeres con curvas.
A su vez, la también estadounidense Ashley Graham ha hecho historia este año al convertirse en la primera modelo "plus size" en protagonizar la portada de la prestigiosa revista Sports Illustrated.
Cada vez vemos a más modelos "plus size" en las pasarelas y hasta la muñeca Barbie ahora viene en diferentes formas.
Sin embargo, pese a ciertos cambios positivos, algunas marcas todavía se niegan a trabajar con modelos "plus size".
"Las firmas tienen mucho cuidado en presentarse a los consumidores. La línea "plus size" del famoso diseñador estadounidense Michael Kors es extremadamente exitosa, pero la marca no ha hecho ni una sola campaña con mujeres de tallas grandes. Su política consiste en no mostrar fotos de modelos de tallas extra", explica Bulátkina.
La pregunta crucial es: ¿cuándo la industria de moda y la sociedad enteramente dejarán de considerar a ciertas mujeres 'antiestéticas' e inspirarán a todas las mujeres a aceptar sus cuerpos?