Los "leviatanes" soviéticos fueron capaces de aniquilar hasta 200 blancos con sus ojivas, cuya potencia era seis veces mayor que la de la bomba atómica detonada en Hiroshima, dice la nota, así que estos aparatos tenían recursos para "erradicar países enteros".
En la etapa del desarrollo del proyecto los submarinos fueron diseñados con el objeto de poder actuar en el Ártico y fueron dotados de dos motores de hélices protegidos y un casco reforzado, que le permitía atravesar los hielos árticos.
La longitud del submarino se cifraba en 172 metros, mientras su desplazamiento era de 48.000 toneladas. Además, el buque podía acelerarse hasta una velocidad de 25 nudos —casi 43 kph— gracias a dos reactores nucleares de una potencia de 190 megavatios cada uno, es decir, unos 100.000 caballos de fuerza en conjunto.
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La URSS tuvo un plan de construir ocho submarinos de este tipo, pero al final construyó solo seis. En la actualidad, la Marina de guerra de Rusia dispone de un sumergible similar, el Dmitri Donskoy.