Un extraño movimiento se detectó entre una gran mayoría de los corresponsales extranjeros. Cancelaban sus contratos de alquiler en Nueva York y Washington D.C. y se trasladaban a localidades como Des Moins, Iowa, para estar más cerca de la realidad norteamericana.
Términos 'seísmo' o 'terremoto' quedan pequeños para describir el efecto de la victoria de Trump sobre Hillary Clinton. Pero la supuesta sorpresa del resultado está provocada especialmente por la propaganda ideológica disfrazada de información periodística que inundó los medios de comunicación de un sistema que, desde el inicio de la campaña, votó por su candidato.
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Trump no viene de la política y eso es ahora, tanto en Estados Unidos como en Europa, una ventaja. Los políticos profesionales no cuentan en estos tiempos con una buena reputación. Y si los editorialistas de algunos medios pensaban que un empresario tiene menos posibilidades de triunfar que un experto en los pasillos de la política profesional, tienen ahora —una vez más— un ejemplo de su error.
Historiador que predijo los últimos presidentes de #EEUU apuesta por #Trump https://t.co/hobyueRxS2 pic.twitter.com/z7ttN8C7xU
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 25 сентября 2016 г.
Se vuelve a cometer el error de pensar en el voto latino como si fuera un fenómeno homogéneo. Seamos claros aunque a algunos se les dispare la tecla del 'dislike': además de la lengua, ¿qué es lo que une a un mexicano, a un uruguayo y a un cubano en Estados Unidos? Y no solo eso ¿Qué es lo que une a un ciudadano de origen mexicano instalado en Estados Unidos desde hace años y a un recién llegado del mismo país? ¿Existe una solidaridad automática? No.
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Pero lo que este resultado demuestra es que los votantes no se dejan influenciar tanto como los periodistas creemos. Como está ocurriendo en otros países de Europa, cuando los técnicos de empresas de opinión llevan a cabo sus encuestas, reciben una respuesta falsa, porque la fuerza mediática de los 'bienpensantes' hace sentirse culpable a los que piensan diferente.
Y, además, mayoría republicana en el Congreso
Todo el poder para los republicanos, mientras el Partido Demócrata, a pesar de la implicación de los Obama y de la retirada de Bernie Sanders, deberá repensar su estrategia para un futuro que ahora se le presenta muy negro de cara a los próximos cuatro años. Puede que sea el momento para dar un giro a la izquierda, ocuparse de las inquietudes del electorado de Sanders y otros líderes dentro del partido y 'desaristocratizar' a la cúpula de la organización.
Será populismo, pero en Estados Unidos ha triunfado entre otras cosas, el 'primero nosotros' y después los extranjeros. Como ocurrió en el Reino Unido con el Brexit. Podrá gustar o no, pero es la tendencia actual en el llamado Occidente. Algunos en Europa piensan ya en el tercer Brexit, es decir, una victoria de Marine Le Pen en las presidenciales francesas de 2017. El resultado de las elecciones en Estados Unidos quizá sirva de lección para los que temen un desenlace similar.