Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abás, señaló en un comunicado que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) "tratará con cualquier presidente elegido por el pueblo americano".
Trump dijo durante su campaña que si llegaba a la presidencia de EEUU reconocería Jerusalén como "capital indivisible de Israel".
La comunidad internacional no reconoce la capitalidad de Jerusalén porque la parte este de la ciudad pertenece a los palestinos, según el derecho internacional, pero está ocupada por Israel.
"La administración de EEUU tiene que entender que la consecución de la estabilidad y la paz en la región llegará a través de una solución justa para la causa palestina, basada en la legalidad internacional, que erradicará el caos y el extremismo en el mundo", subrayó Rudeineh en su comunicado.
Erekat declaró a la agencia palestina de noticias Wafa que espera que la próxima administración de EEUU "cambie el hecho de hablar sobre una solución de dos Estados por el de obtener este principio sobre el terreno".
Para Erekat, "la seguridad, la paz y la estabilidad en esta región vendrán solo tras la derrota de la ocupación israelí que empezó en 1967, hace unos 50 años, y con el establecimiento del Estado independiente de Palestina en sus fronteras de 1967, con Jerusalén este como capital, para vivir en paz y seguridad junto al Estado de Israel".