En una intensa batalla electoral sobre los estados históricamente en disputa —los llamados 'swift-states', en inglés—, el magnate adelantó a la ex secretaria de Estado y ahora se pone rumbo al despacho oval de la Casa Blanca.
Todavía quedan por contabilizar los votos de Alaska, Arizona, Michigan, New Hampshire y Minnesota. Sin embargo, el candidato republicano ya cuenta con los compromisarios mínimos necesarios para ser presidente de EEUU.