"Si miras al Congreso, por ejemplo, tienen un apoyo de tal vez el 10%, lo mismo casi con todas las instituciones incluyendo los bancos, las corporaciones… Hay un enfado generalizado por la forma en que la sociedad se mueve".
El origen de ese declive general se puede encontrar, para el filósofo, "en las políticas neoliberales de las pasadas generaciones", entre ellas las políticas de austeridad, que están afectando también a los dos pilares de la Europa de posguerra: "la libre circulación de personas y el Estado del Bienestar socialdemócrata".
Sin embargo, esto no es por casualidad, sino "un esfuerzo consciente para ir en esa dirección", que en muchos casos recuerda a Chomsky los "discursos que escuchaba en la radio cuando era niño", que "evocan recuerdos muy desagradables".
#Chomsky: #EEUU va perdiendo la influencia global https://t.co/h1ekUE4Y4N pic.twitter.com/lu8RVmAYwD
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 14 мая 2016 г.
Otro aspecto que tocó el pensador en su entrevista con el medio fue la antiglobalización de Donald Trump, candidato republicano a la Presidencia, y de Bernie Sanders, uno de los contendientes del Partido Demócrata que ya quedó fuera de la carrera electoral.
Chomsky explicó que no existe una oposición por sí misma a la globalización, sino una oposición concreta a "la globalización neoliberal".
"Lo que se denominan tratados de libre comercio, que son el núcleo de la llamada 'globalización', de hecho se oponen radicalmente al libre comercio. Son acuerdos altamente protectores para ciertas industrias y corporaciones o medios de comunicación. (…) Se trata básicamente de acuerdos sobre los derechos de los inversores. En su mayoría, otorgan mecanismos que permiten a las corporaciones hacer cosas que la gente común no puede hacer y limitan la posibilidad de los gobiernos de implantar políticas que puedan tener un impacto en los beneficios futuros de esas corporaciones".
En ese sentido, "la globalización neoliberal está diseñada para asegurar que las élites están protegidas, pero no la clase trabajadora". Es por eso que, Chomsky, lacónicamente, concluye diciendo que "hay mucho por lo que estar preocupado".