Vissam, de 41 años de edad, aseguró que se había unido a los yihadistas bajo la influencia de los vídeos publicados en internet. Junto a su esposa, de 30 años, y sus tres hijos de 8, 6 y 4 años, tras un largo camino, llegaron a Mosul, donde la familia pasó unos meses. Sin embargo, cuando se intensificaron los bombardeos sobre la ciudad, decidieron regresar a casa. En la frontera turca fueron arrestados y después los entregaron a Israel.
Por sorprendente que parezca, esta no es la única historia de familias israelíes viviendo en las entrañas de Daesh. En total, bajo las banderas negras del 'Califato', viven alrededor de 50 civiles israelíes. No obstante, en todos los casos, se trata de árabes.
"Algunos partidarios de la teoría de la conspiración afirman que precisamente Israel creó y mantiene a Daesh. Decenas de páginas web describen cómo los judíos inventaron el 'Estado islámico' con el fin de esclavizar a los pueblos árabes que aman la libertad. Según ellos, la abreviatura inglesa ISIS supuestamente significa 'Servicio de Inteligencia Secreta de Israel" —Israeli Secret Intelligence Service, en inglés—, y todos los líderes de Daesh son judíos", recuerda el autor.
A pesar de que solo son teorías que no reciben demasiados apoyos, entre los combatientes de Daesh se encuentran combatientes israelíes llegados también de Europa.
Resultó que, la mayoría de los yihadistas franceses judíos procedía de las grandes ciudades. Antes de convertirse al islam y partir hacia Siria e Irak, prácticamente no habían mantenido contacto con las comunidades judías locales.
Particularmente vulnerables a la propaganda islamista resultaron los judíos sefardíes. Los predicadores musulmanes trabajan principalmente con los jóvenes y detectan fácilmente los puntos 'débiles': "recuerdan la casa común de Oriente Próximo, que los cristianos europeos no los entienden ni a ellos ni a su cultura y hasta que los tratan con desprecio".
Sin embargo, según el autor, los líderes de la comunidad judía francesa declaran que existe otro gran peligro: los combatientes israelíes que lucharon del lado de Daesh, posteriormente pueden ocultar este hecho y, con su pasaporte en orden, emigrar a Israel. Allí van a representar una amenaza mucho más grave de la que suponen los árabes israelíes, concluyó el columnista.