Para el mandatario, es imposible encontrar una solución política a un conflicto en el que una de las partes está compuesta por fanáticos religiosos. Además, la intromisión en la crisis por parte de diversos países dificulta el proceso de negociación.
"Es irreal hablar de una solución política cuando la otra parte se encuentra bajo el control de Arabia Saudí, Turquía, el Reino Unido, EEUU y Francia. La raíz de los problemas es que estos países se entrometen en la situación. Si ellos ponen fin a esto [la intromisión], los terroristas se debilitarán, huirán y serán derrotados; entonces nosotros, los sirios, nos sentaremos en la mesa de negociación y discutiremos las posibles soluciones al problema", declaró Asad.
El presidente destacó que no puede hablar de temas concretos de negociación porque, por ahora, nadie ha planteado nada.
#Asad pretende gobernar Siria al menos hasta 2021 https://t.co/9lrovf56X0 pic.twitter.com/AwGk267fSc
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 1 ноября 2016 г.
Siria vive desde el año 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh y el Frente al Nusra —actualmente denominado Frente Fatah al Sham—, proscritos en Rusia y varios países.
Desde su comienzo, la guerra en Siria provocó entre 300.000 y 400.000 muertos, según la ONU.