La británica Alanah Bagwell, de 20 años, está luchando contra el trastorno dismórfico corporal (TDC), también conocido como dismorfofobia, —una condición mental relacionada con la preocupación excesiva por defectos en el cuerpo no existentes—. Así, debido a una imagen muy distorsionada, una persona que padece el TDC puede creerse demasiado fea para que otras personas la puedan ver.
Alanah ha padecido este trastorno desde que era una adolescente y admite que pasa al menos cuatro horas diarias ante el espejo, aplicando maquillaje, hasta sentirse lista para salir de la casa. Además, toma más de 200 'selfies' cada día porque le cuesta mucho encontrar una que le guste.
La joven confesó que la naturaleza de su enfermedad es tan devastadora que se había encerrado en su habitación por cuatro años.
"Me siento tan mal con que otras personas tengan que verme. Es muy cruel permitirles ver ese rostro", dijo en una entrevista con el periódico The Sun.
De adolescente, empezó a automutilarse e intentó en dos ocasiones quitarse la vida con una sobredosis de analgésicos.
"[La segunda vez] tomé 30 píldoras de Paracetamol y estuve hospitalizada durante tres días", compartió.
No obstante, Alanah no se rinde ante la enfermedad y contará su experiencia en el programa de BBC Four No Body´s Perfect (No hay cuerpos perfectos) para aumentar la conciencia sobre el TDC y ayudar a otras personas a mantenerse fuertes.