La petición de los fondos se hace después de que la oficina a cargo del proyecto, hubiese indicado que el arma más cara de la historia —$379.000 millones previstos para una flota de 2.443 unidades— aún está lejos de mostrar las capacidades de combate esperadas. En una nota de ocho páginas el director de pruebas operacionales Michael Gilmore "recomienda fuertemente" restructurar el programa y proporcionar recursos adicionales, informa el artículo.
El Departamento de Defensa y los cuerpos militares que esperan las tres versiones del F-35, están ahora evaluando cómo pagar por la solicitud, que entraría en la propuesta para el presupuesto del Departamento en el año fiscal 2018.
Los $530 millones serían solo una parte de los más de $55.000 millones que ya ha costado el proyecto. La fase de desarrollo fue originalmente programada para terminar en el año fiscal 2012, pero se extendió hasta 2016 durante una importante reorganización del programa a principios de 2010. Ahora los desarrolladores esperan terminarlo para octubre de 2017, aunque Michael Gilmore, el director de pruebas, calcula que los vuelos necesarios para terminar esa fase no concluirán hasta noviembre de 2018.