Los incidentes se iniciaron en la protesta de cientos de personas llegadas de todo el mundo, encabezada por una delegación de prominentes rabinos reformistas y conservadores.
Los manifestantes protestaban contra el Gobierno por no haber creado un espacio de rezo mixto, tal y como se había acordado. Por ahora, hombres y mujeres rezan en espacios separados.
Violent fracas at Western Wall this morning pic.twitter.com/RyLi4vyal6
— Jeremy Sharon (@jeremysharon) 2 de noviembre de 2016
Los rabinos entraron a la ciudad vieja de Jerusalén y la zona de la explanada del Muro de las Lamentaciones por la llamada Puerta de las Basuras.
Agentes de seguridad intentaron detenerlos e impedir que entraran en la zona del Muro de las Lamentaciones.
Reform, Conservative Women of Wall leaders, activists approaching entrance to Western Wall pic.twitter.com/l1k0gMGd3o
— Jeremy Sharon (@jeremysharon) 2 de noviembre de 2016
Algunos manifestantes fueron empujados y golpeados por las fuerzas de seguridad.
A pesar de los impedimentos, los líderes religiosos consiguieron llegar al Muro con ocho rollos de la Torá, desafiando las normas, que prohíben a los fieles entrar con sus propios rollos en las instalaciones.
La protesta se había convocado hoy para coincidir con el rezo mensual de las Mujeres del Muro, un grupo de mujeres judías que luchan para que las mujeres puedan llevar encima los rollos de la Torá, los puedan leer y lleven vestimentas religiosas, como los hombres, en el Muro.
Cuando la marcha de protesta entró en la zona del Muro de las Lamentaciones, un gran grupo de judíos ultraortodoxos los atacaron físicamente, los empujaron y tiraron al suelo a algunos de los rabinos.
Numerosos policías estaban presentes en el recinto, pero no actuaron hasta el último momento.