Recientemente, los representantes del mando estadounidense declararon su disposición a formar una coalición militar para liberar Al Raqa, subrayando que en la futura operación prevén asignarle el papel clave a las fuerzas kurdas, representadas por las Unidades de Protección Popular.
En vísperas de estas declaraciones, el primer ministro otomano, Binali Yildirim, comunicó que Turquía apoyaría la operación de EEUU solo en caso de que las fuerzas kurdas no tomasen partido en ella.
"Existe la sensación de que el mando estadounidense está guiado por la siguiente lógica: 'vamos a iniciar la operación en Al Raqa en paralelo a la que estamos desarrollando en Mosul, y después ya veremos a qué conduce y cómo podríamos sacar beneficio de ella'", dijo Bayraktar en una entrevista a Sputnik. El experto recordó que dicha lógica es parecida a la que EEUU había aplicado en Irak y Afganistán.
El columnista considera que tal enfoque es muy arriesgado para los kurdos, puesto que el Partido de Unión Democrática (PYD) se verá involucrado en acciones militares fuera de su territorio, lo que podría provocar un serio conflicto árabe-kurdo. Es muy poco probable que la mayoría de los habitantes de Al Raqa, que profesa la rama islámica suní, no quede muy satisfecha al ver allí a las fuerzas kurdas.
"Por su parte, los turcos ven una constante amenaza para su seguridad en la región, puesto que consideran que se hallan atrapados como en un torniquete. Por un lado, Ankara tiene a la Media luna chiíta [región en forma de media luna de Oriente Próximo] con Irán y, por otro, al Partido de Unión Democrática de los kurdos", enfatizó.
Es muy difícil predecir qué curso tomarán las relaciones turco-estadounidenses si la operación de liberación de Al Raqa involucra a las fuerzas kurdas, reitera Bayraktar. "Existe una probabilidad altísima de que la participación de los kurdos agudice la tensión entre Washington y Ankara".