Anteriormente un portavoz de Roscosmos informó a medios franceses que los cohetes Soyuz no se suministrarán a la compañía francesa Arianespace mientras la corporación rusa no reciba el acceso a sus activos bloqueados por el caso Yukos.
También señaló que "la suspensión de la cooperación entre Arianespace y Roscosmos pone en peligro la realización del proyecto Galileo", cuyos satélites se lanzan fundamentalmente en cohetes rusos Soyuz-ST".
Los podrían sustituir por los europeos Arian, pero su fabricación llevaría años, explicó, resumiendo que "la solución del problema está en el plano jurídico".
Más: Rusia, Europa, EEUU y Japón investigarán Mercurio, Marte y la Luna hasta 2025
El proyecto Galileo, evaluado en unos 7.000 millones de euros, prevé colocar en órbita 30 satélites hacia 2020.
El Soyuz-ST se desarrolló a partir del Soyuz-2 con el fin de efectuar lanzamientos comerciales en condiciones características para la base espacial de Kourou, en la Guayana Francesa.
Fue adaptado a los requisitos que plantea el Centro Espacial de Guayana en los aspectos de seguridad, telemetría y condiciones de explotación (elevada humedad, transporte por mar, etc.).