Su traducción literal al español es 'mente plena', pero generalmente se traduce como 'atención plena'. Es, de alguna manera, volverse consciente de cada momento vivido. Y tiene que ver también con el famoso aforismo griego "conócete a ti mismo", dirigido a indagar en los rincones del inconsciente y lograr una suerte de reconciliación interna, para aceptarse tal como uno es.
"Es una forma de vivir, en el sentido que se trata de llevar la atención a la vida cotidiana de algunas actividades, de tomar conciencia de lo que nos ocurre mientras nos está ocurriendo. Por ejemplo, en una charla podemos estar atentos al otro o nos pasa muchas veces de estar adelantándonos a lo que vamos a decir en vez de estar escuchando, o podemos ir a tomar un helado pero la mente está en nuestros problemas, en lugar de disfrutar de ese helado plenamente. Eso es vivir el 'mindfulness'".
Todo esto se sustenta en la práctica formal, que es una forma de meditación. Si bien no necesariamente hay que acostarse o sentarse con las piernas cruzadas en estado de relajación; se puede hacer durante una actividad tan cotidiana como caminar.
Brandino explica que, aunque hay muchas tradiciones que se han centrado en la práctica de la atención plena, es en el budismo donde se ha practicado y desarrollado con rigurosidad. "Por eso es que 'mindfulness' se inspira en la meditación vipassana [una de las técnicas de meditación más antiguas de la India] y zen. De ahí toma algunas prácticas. Y lo interesante del enfoque es que acerca esto a la ciencia".
¿Qué tan difícil es lograr 'vivir el momento'? La especialista admite que es un trabajo arduo, pero dice que "el gran comienzo" es "darnos cuenta cuando estamos sumergidos en los pensamientos". Es entonces cuando hay que practicar, atender a la respiración y ver que la mente va y viene.
"Lo interesante de poder vivir plenamente es darnos cuenta de dónde está nuestra atención y, si estamos sumergidos en los pensamientos o juicios, volver al presente. Cuando entrenamos este nuevo hábito podemos regular las emociones difíciles, cultivar emociones positivas, desarrollar nuestra resiliencia. Eso nos da la capacidad de regalarnos buenos momentos y puede darnos felicidad", concluyó.