Según el político ucraniano, "las armas nucleares y un poderoso ejército serían los principales garantes de nuestra independencia", mientras tanto, incluso a los firmantes les da vergüenza mencionar hoy el Memorándum de Budapest.
"Por lo tanto, a toda costa, debemos reconstruir nuestro escudo nuclear. Simplemente no hay otra manera real de proteger permanentemente nuestra patria, Ucrania…", declaró Liashkó.
El Memorándum de Budapest, firmado en 1994 por Rusia, EEUU, Reino Unido y Ucrania, suponía garantías de seguridad en relación con la incorporación de este último al Tratado sobre la no proliferación de armas nucleares. Tras la caída de la URSS, Ucrania había heredado un importante arsenal nuclear. Al suscribir el contrato, el arsenal en poder de Kiev fue destruido, y las potencias nucleares se comprometieron a garantizar la seguridad del país eslavo.