Este misil intercontinental —que se fabricará en Rusia desde 2018— constituye una respuesta de Rusia a la instalación de los sistemas antimisiles occidentales diseñados para socavar el equilibrio estratégico global.
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De acuerdo con el texto que acompaña la imagen, "En junio de 2011, el Ministerio de Defensa de Rusia firmó un contrato para el desarrollo del misil Sarmat. Este sistema de misiles estratégico se desarrolla para garantizar la disuasión nuclear efectiva y asegurar las Fuerzas Estratégicas de Rusia”.
Los misiles Sarmat reemplazarán a los RS-36, que entraron en servicio entre 1970 y 1980. Gracias a su capacidad de carga útil, el misil podrá llevar hasta 10 ojivas pesadas o 16 ojivas más ligeras, así como una combinación de ojivas y contramedidas a distancias intercontinentales.
Se espera que el Sarmat se convierta en una respuesta efectiva a las instalaciones de EEUU cerca de las fronteras de Rusia, así como a proyectos como Prompt Global Strike —una iniciativa del Pentágono que implica el uso masivo de misiles de crucero convencionales para luchar contra los sistemas de disuasión estratégica de un enemigo potencial—.