Fueron los pobladores los que alertaron la semana pasada al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre del Perú (Serfor) de la presencia de miles de batracios sin vida en las márgenes del Coata, un curso fluvial que desemboca en el lago Titicaca. La entidad contabilizó unas 500 ranas en dos puntos de muestreo y envió un par de ejemplares para estudiarlas en zoológicos y laboratorios.
Fuentes del Serfor consultadas por Sputnik indicaron que de los datos obtenidos en los dos puntos y varios testimonios de pobladores se puede estimar en 10.000 las ranas muertas en los 50 kilómetros del río entre el puente Cacachi, en Puno, hasta su desembocadura en el lago Titicaca.
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— UN Environment (@UNEP) 18 de octubre de 2016
El Serfor "continúa evaluando" la situación a través del estudio de ranas y otros animales del río, como parihuanas y peces. Asimismo, sugirieron a los pobladores de la zona retirar las ranas muertas y extremar las alertas ante la aparición de más fenómenos parecidos.
Si bien el Serfor no emitió ninguna declaración definitiva sobre el asunto, los vecinos denuncian que está relacionado con la contaminación del río y el mal manejo de sus aguas. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la rana gigante del lago Titicaca es una especie en peligro crítico de extinción, por lo que la incluye en su lista roja.
Fotos: En peligro de extinción: los animales más raros del mundo
La UICN subraya en su sitio "la caída notoria de la población" de más de un 80 % en las últimas tres generaciones por sobreexplotación, degradación del hábitat y especies invasivas. La organización enumera como amenazas para la especie la faena excesiva, la posible depredación de larvas por truchas introducidas a su ecosistema, la extracción de agua del lago y la contaminación por aguas de uso doméstico y agrícola.