En particular, la UE insiste en que Turquía introduzca enmiendas a su legislación antiterrorista.
"Si nos obligan a hacerlo desconociendo las circunstancias, significa que quieren obstaculizar la liberalización de los visados y que (los países de la UE) no cumplen sus promesas", dijo Celik en declaraciones a Reuters.
Según advirtió el ministro, la negativa de Bruselas a suprimir el visado para los turcos puede obligar a Ankara a romper el acuerdo sobre refugiados.
Conforme al acuerdo que entró en vigor el 20 de marzo, la UE devolverá a Turquía todo inmigrante irregular que llegue a las costas griegas.
Por cada sirio devuelto, la UE deberá aceptar un refugiado sirio.
Bruselas se comprometió asimismo a acelerar la liberalización de los visados para nacionales turcos y las negociaciones sobre el ingreso de Turquía en el bloque europeo, así como transferir 3.000 millones de euros adicionales para finales de 2018 a fin de ayudar a Ankara a combatir la crisis migratoria.