"Esta operación para recuperar el control de la segunda ciudad más grande de Irak podría continuar durante semanas o, posiblemente, más tiempo", dijo Townsend.
El general afirmó que EEUU apoyará la ofensiva con aviación, artillería, inteligencia, asesores y controladores aéreos avanzados, pero que "miles de combatientes sobre el terreno que deben liberar Mosul son todos iraquíes".
Según informó la agencia Anadolu, citando al gobernador de Mosul, Atil al Nuyaifi, alrededor de 2.000 milicianos suníes entrenados por Turquía toman parte en la operación.
Los combatientes del grupo Defensores del Nínive, que comanda el propio Nuyaifi, "atacan desde Bashiqa (en el norte de Irak) en coordinación con los peshmerga (los guerrilleros kurdos iraquíes).
Las tropas estadounidenses se han concentrado en Zerdek, a 40 kilómetros de Mosul, de donde bombardean los accesos a la ciudad en la que viven entre 1,2 y 1,5 millones de habitantes.
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Los peshmerga avanzan hacia las aldeas situadas en la carretera que conecta Mosul y Erbil, mientras que las fuerzas gubernamentales atacan desde el sur.
Corredor humanitario
Los militares iraquíes prometieron abrir un corredor humanitario para que la población civil pueda escapar de Mosul.
"Abriremos un corredor para que civiles escapen de Moscul en cuanto las fuerzas de seguridad lleguen a las afueras de la ciudad", dijo el jefe de las unidades antiterroristas de Irak, Abdul Ghani al Asadi, citado por la agencia Rudaw.
Este 17 de octubre, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, anunció el inicio de la operación para recuperar Mosul, la capital de la provincia de Nínive y la segunda en tamaño ciudad de Irak ocupada por Daesh desde junio de 2014.
La ONU estima la población de Mosul entre 1,2 y 1,5 millones de personas y alerta de que la ofensiva de las fuerzas gubernamentales y sus aliados puede provocar hasta un millón de desplazados.