"[La información recibida] Es una 'señal roja' que alerta sobre una posible actividad criminal", opinó el congresista republicano Jason Chaffetz, citado por Fox News.
Los datos —varios resúmenes de entrevistas e informes elaborados por el FBI— desvelan un "intercambio de servicios" entre el FBI y el Departamento de Estado, manejado por el entonces subsecretario de Estado, Patrick Kennedy.
Los servicios en cuestión comprendían el aumento de puestos en el extranjero para agentes del FBI a cambio de alterar "al menos un correo clasificado", según Chaffetz. Los cambios, por su parte, "habrían servido para proteger" los contenidos de los documentos del Congreso y del público.
No obstante, el FBI publicó un comunicado sobre el asunto, precisando que el 'intercambio' y los destinos en el extranjero fueron, de hecho, dos cuestiones separadas. El propio Kennedy, durante la investigación sobre el asunto a finales del 2015, rechazó categóricamente estas acusaciones, según Fox News.
'El escándalo de los emails' se refiere al uso por parte de la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, de un servidor privado para manejar su correo electrónico tanto personal como laboral entre 2009 y 2013.
Clinton compartió de manera negligente, supuestamente, información clasificada.
La política fue acusada de ocultar la información y poner en riesgo los secretos de EEUU.