"A partir del viernes, el señor Trump tiene la intención de señalar que el señor Slim, accionista del diario liberal The New York Times y donante de la fundación Clinton, tiene un interés en ayudar a la campaña de Hillary Clinton", dijo un asesor de Trump en una declaración al diario The Wall Street Journal de un asesor del candidato bajo condición de anonimato.
"Lo que dicen es falso y calumnioso en prácticamente todos los aspectos", dijo el jueves Trump en un mitin en Florida.
La respuesta de Slim
En nombre de Slim, de 75 años, salió a responder con una declaración de su portavoz, Arturo Elías, quien expresó que ese señalamiento de la campaña de Trump "es totalmente falso", y añadió que las contribuciones de Slim a la Fundación Clinton es un asunto de interés público.
Las contribuciones a la Fundación Clinton son públicas, dijo el portavoz del magnate mexicano de las telecomunicaciones, quien hizo su fortuna al comprar la empresa estatal de telefonía, privatizada en México en los años 1990.
"Claro que no estamos interfiriendo en las elecciones de Estados Unidos, ni siquiera estamos activos en la política mexicana", subrayó la oficina de prensa Slim.
Por su parte, el director encargado del diario, Arthur Sulzberger Jr., miembro de la familia que controla el 90 por ciento de las acciones del grupo editorial se limitó a responder al diario financiero que Slim es un "excelente accionista que respeta plenamente los límites relativos a la independencia de nuestro periodismo".
La campaña de Clinton dijo por su parte al The Wall Street Journal que el ataque contra Slim "es solo otra desquiciada teoría de la conspiración de la derecha proveniente de la cada vez más desesperada campaña de Donald Trump".
En 2008 Slim compró las primeras acciones al The New York Times por un 7%, en 2009 hizo un préstamo de 250 millones de dólares al periódico, que se convirtieron en más acciones, para volverse el mayor accionista individual de ese medio, con un 17 por ciento del capital accionario del influyente diario fundado en 1851.
Mientras que en México, las donaciones privadas a campañas políticas están prohibidas y solo se sostienen con fondos públicos, Slim trata de tener vínculos con toda la clase política, tanto con el gobernante Partido Revolucionario Institucional o con la izquierda que gobierna la capital, y promueve iniciativas sociales en países como Haití, El Salvador y Perú.