"Hoy después de un mes y medio de diálogo con Deyab y tras numerosos intentos en pos de salvaguardar su vida e integridad, y consecuentemente colaborar a que se cumpliera su deseo de irse del país en procura de reunificarse con su familia, me encuentro al final del camino", dijo Mirza en el texto fechado el jueves 13, pero distribuido este miércoles por la cancillería uruguaya.
Esas cartas iban a ser dirigidas por el propio Deyab a las embajadas de Líbano, Qatar, Turquía y Venezuela con el fin de solicitar una visa para trasladarse a alguno de esos países, ya que el exrecluso no desea seguir viviendo en Uruguay.
Las cartas formaban parte de un petitorio de nueve puntos que Deyab dirigió a inicios de este mes a la Comisión del Refugiado y fueron planteadas como condición para que el hombre levantara su huelga de hambre en dos comunicados publicados por su grupo de apoyo en la página de Facebook Vigilia por Jihad Deyab.
"Muchos e ingentes esfuerzos se hicieron desde el Gobierno Uruguayo para obtener un destino seguro fuera de fronteras, al tiempo que varios ciudadanos acompañaron dicho proceso e intentaron persuadir a Deyab para que desistiera de la huelga de hambre, sin dejar de respetar su voluntad manifiesta", dijo Mirza en su comunicado.
Mirza fue nombrado en forma honoraria nexo y punto focal del Gobierno ante los liberados de Guantánamo en marzo de 2015, cuando cuatro de los seis hombres acamparon frente a la embajada de Estados Unidos en reclamo de un mejor programa de inserción y ayuda para superar las secuelas de la prisión y adaptarse a un país cuya cultura y lengua les son ajenas.
Mirza seguirá actuando como nexo ante los otros cinco liberados, tres sirios, un palestino y un tunecino, quienes "vienen realizando esfuerzos y avances notables desde mayo del 2015", dice su texto.
El 6 de junio se fue de este país y se internó en Brasil, para aparecer el 26 de julio en el consulado uruguayo en Caracas reclamando ayuda para viajar a Turquía y reunirse con los suyos.
El Gobierno venezolano lo detuvo de inmediato y lo deportó a Uruguay el 29 de agosto.
El ministro de Exteriores de Uruguay exhortó a Deyab repetidas veces en los últimos días a que levante su medida, que lo ha llevado al límite de sus fuerzas, y asegura que sigue realizando gestiones para obtener un país que lo acepte.