"Ya es un poquito tarde para poder parar esta situación, si no hay acuerdo está a la vista que va a haber un paro", dijo este martes el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, en radio Continental.
En la víspera de este encuentro, el secretario general de UTA consideró que la huelga general "sería una descarga pero no será una solución”, dado que la mejor alternativa para el conflicto pasaría por “sentarse todos en una mesa".
"Yo lo que creo es que tiene que haber una reforma concreta que asegure el trabajo”, sentenció el gremialista.
Esa transformación, reconoció Fernańdez, sería difícil de implementar y llevaría mucho tiempo, “pero acá hay que poner el capital al servicio de la economía y no al revés, así no funciona un país”, añadió.
De ser convocado, el paro general sería el primero que afrontaría el Gobierno de Macri.
La mayor central obrera del país, de tendencia peronista, exige al Gobierno un aumento para los jubilados, la eliminación del impuesto sobre el salario y un bono de fin de año para compensar la pérdida del poder adquisitivo debido a la inflación, que en el último año rondó el 43%.
La cúpula de la central, por entonces, ya se había encontrado unos días antes con diversas organizaciones sociales que apuestan por convocar la huelga, un acercamiento inédito que fue interpretado como un distanciamiento que la CGT marcaba con el Gobierno de camino al paro general que ratificaron por entonces las dos ramas de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA).