Además, el estudio demuestra que los gigantes de las bebidas intentaron parar al menos 28 proyectos de ley de salud pública que tenían como objetivo reducir el consumo de gaseosas y mejorar la dieta estadounidense.
El estudio fue elaborado por Daniel Aaron y Michael Siegel, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston. Los investigadores están seguros de que grandes compañías de bebidas están obstaculizando los esfuerzos para mejorar la salud y la nutrición en los EEUU y llaman a que las organizaciones sanitarias se nieguen aceptar fondos de estas compañías.
Diputado propone declarar a la compañía @CocaCola empresa indeseada en #Rusia https://t.co/W1rrSaml3q pic.twitter.com/5ANSJi0mjT
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 16 de febrero de 2016
El equipo de científicos identificó un total de 96 organizaciones nacionales de salud que aceptaban dinero de las compañías. De éstos, 83 aceptaban dinero de Coca-Cola, una, de PepsiCo, y 12 lo aceptaban de ambas compañías.
Los investigadores también encontraron que la Coca-Cola y PepsiCo cabildeaban en contra de 28 proyectos de ley u otras regulaciones sobre salud propuestas entre 2011-2015, como por ejemplo las de gravar las bebidas azucaradas.
Al juicio de los investigadores, sus resultados sugieren que la industria de refrescos está utilizando "filantropía corporativa" como una herramienta de marketing para ejercer presión sobre organizaciones de salud pública.
El consumo excesivo de bebidas azucaradas ha llegado a ser uno de los principales problemas de salud pública en los últimos años llevando a la obesidad, la diabetes y las enfermedades del corazón.
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