Ante todo, las bases no protegen a EEUU de ataques directos, señala Glaser.
"El despliegue de 80.000 soldados en 350 instalaciones de Europa no tiene relación directa con la seguridad física de los estadounidenses", destaca el analista como ejemplo. Al mismo tiempo, Glaser señala que EEUU está bien protegido por dos océanos y un arsenal nuclear.
En tercer lugar, según Glaser, las bases militares no siempre previenen la propagación de las armas nucleares en el mundo. Quizá, con el establecimiento de bases en Asia, se lograra evitar la aparición de un arsenal nuclear en Japón y Corea del Sur. Sin embargo, estas mismas medidas pueden hacer que los países vecinos, como en el caso de Corea del Norte, elaboren sus propios arsenales.
En quinto lugar, la presencia de las bases militares en un determinado país puede llevar al hecho de que Washington se vea obligado a mantener su "régimen dictatorial". Algo que sucedió, por ejemplo, en Bahréin, donde se ubica la base principal de la V Flota de Estados Unidos, subraya el analista.
En sexto lugar, EEUU puede verse implicado en una guerra innecesaria debido a sus instalaciones militares. Por ejemplo, en el caso del conflicto en el mar Meridional de China, Washington tendrá que intervenir para cumplir las promesas de seguridad hechas a Taiwán, Japón y Filipinas.
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Y, por último, en séptimo lugar, las bases militares de EEUU técnicamente ya están anticuadas. Actualmente, gracias a las nuevas tecnologías, las tropas pueden ser desplegadas rápidamente a través de largas distancias, por lo tanto, pueden emplazarse en EEUU, según el autor.
"No debemos recurrir a la intervención militar por todo el mundo, si no existe ninguna amenaza inminente para la seguridad de EEUU", destaca el analista.